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jueves, 13 de septiembre de 2018

DIA 3º DE VIAJE: SAN PETERSURGO - VISITA A PETERHOF, EL HERMITAGE, SAN SALVADOR DE LA SANGRE DERRAMADA Y SAN ISAAC

Hoy nos hemos sentido, climatológicamente hablando, "como en casa"; en unas pocas horas hemos tenido lluvia, granizo y sol. ¡Cono si no hubiéramos salido de nuestra Zaragoza!

Después de desayunar (09h00) hemos salido a conocer Peterhof, visitando el Gran Palacio y su Parque. Peterhof, también llamado Petrodvorets o “Versalles Ruso” era la principal residencia de verano de los zares. 

Hemos hecho el viaje con lluvia y, al llegar, nos hemos tenido que quedar un rato en el bus porque nos ha empezado a granizar.

Situado en la costa sur del Golfo de Finlandia, junto al mar y a unos 30 km de la ciudad de San Petersburgo, es sin duda uno de los principales puntos de interés de la antigua capital imperial. La construcción del Gran Palacio comenzó bajo el reinado de Pedro I el Grande, como su residencia de verano, y fue encargada al arquitecto francés Leblond. El palacio fue finalmente concluido por el genio del Rococó, Bartolomé Rastrelli. Son dignas de admiración la monumental Escalera Ceremonial y el espectacular Salón de Baile, así como los aposentos privados de Pedro I, donde destacan el Estudio de Roble y el Salón del Trono. Pero, más allá de los magníficos interiores del Gran Palacio, el interés de la visita está también en su Parque, donde hemos podido admirar varios palacios menores, monumentos y pabellones diseminados en los bellísimos jardines. Estos presentan un atractivo especial con sus 150 fuentes y tres cascadas, además de los vistosos “juegos de agua”, todo ello ornado de estatuas doradas de incomparable belleza. Os dejamos las fotos:















Íbamos a regresar de Peterhof en aerodeslizador (hidrofoil), saliendo de Peterhof por el mismo embarcadero, en los jardines de palacio, por el que regresaba la familia imperial a la capital. Este recorrido nos iba a llevar de regreso a la ciudad desde el Golfo de Finlandia a través del estuario del rio Neva. sin embargo, la climatología adversa ha desaconsejado regresar por el agua y lo hemos hecho en el bus de nuevo.

Hemos almorzado en el Restaurante "Stroganoff Steak Kaus", un menú compuesto de una ensalada de col lombarda, seguido de una especie de hamburguesa/bola de pollo compacta con una especie de tostones, arroz con salsa de boletus y queso, y una tarta de queso.




Después de almorzar, hemos continuado con la visita del Museo del Hermitage, situado en el Palacio de Invierno, antigua residencia de los Zares. Es el mayor museo de Rusia, así como uno de los más importantes del mundo. Las fotos hablan por sí solas...










Hacia las 18h00 nos han trasladado a la Iglesia de San Salvador de la Sangre Derramada; Viktor apostilla que su nombre correcto es "iglesia de la Resurrección de Cristo", y que lo de la Sangre Derramada no tiene que ver con la crucifixión de Jesús, sino con el intento de asesinato del Zar Alejandro II, del que se conserva parte de una barandilla que había sobre el canal que pasa por al lado de la iglesia.









La iglesia es espectacular, con una gran cantidad de mosaicos que hacen referencia, en gran parte, a momentos de la vida de Jesús (su bautismo, milagros, etc).









Y hemos seguido con la Visita de la Catedral de San Isaac. Autentico símbolo de San Petersburgo, fue diseñada y construida principalmente por dos arquitectos: el español Agustín de Betancourt y el francés Auguste de Montferrand. La Catedral de San Isaac es una de las mayores de Europa por su tamaño, y también por la riqueza y majestuosidad de los materiales empleados en su construcción y decoración, incluyendo grandes cantidades de oro, malaquita y lapislázuli, 14 mármoles diferentes y más de 40 minerales y piedras semipreciosas, granito de Finlandia, 600 metros cuadrados de mosaicos, numerosas pinturas y esculturas… La cúpula está recubierta de 100 kg de oro. Más de medio millón de trabajadores participaron en su construcción, particularmente difícil a causa del terreno pantanoso, las grandes dimensiones de la obra y el gran peso de los materiales empleados, 300.000 toneladas. Hoy día la Catedral funciona como museo y solamente está dedicada al culto diario una capilla, si bien hay servicios religiosos en las más importantes festividades.










Tras la visita, nos han trasladado al hotel para la cena y alojamiento. Aunque mañana dejamos el hotel para trasladarnos a Moscú, una cuadrilla de aventureros aún hemos sacado fuerzas para irnos de excursión nocturna y no programada a ver cómo se levantan los puentes sobre el ría Neva. A las 23h30 nos hemos juntado en la Recepción del hotel, bien abrigaditos porque iba a hacer fresquete, y nos hemos ido en Metro (que aún no habíamos visto) hacia el Museo Hermitage, que está al lado de puente que íbamos a ver abrirse.







¡El Metro es alucinante! va con fichas (45 rublos cada viaje) y hemos bajado por una escalera mecánica inteeeeerrrrrminable hasta llegar al pasillo de los andenes de la línea 1; luego, hemos subido a otro nivel, porque teníamos que desplazarnos por la línea 3, y hemos visto algo que ninguno conocíamos: esa línea no tiene andenes convencionales, sino que tiene una serie de puertas como de montacargas, que se abren cuando llega el tren y accedes directamente a través de esa puerta al vagón.

Una sola parada más tarde hemos salido a la calle; ese trayecto en Metro nos ha evitado unos 45 minutos de andar por la Avenida Nevsky, arteria principal de la ciudad. Nuestro hotel está en una punta de la avenida, y el Hermitage (junto al río) está en la otra. Y aún así, aún hemos tenido que andar otros 15 minutos hasta llegar al Museo.









La vista del exterior del Museo de noche es más espectacular todavía que de día...

Como íbamos bien de tiempo, nos hemos acercado a hacer fotos hasta el edificio del Almirantazgo. Aquí, todo es enorme.







Después ya nos hemos acercado al río, con bastante antelación a la apertura del puente, que se efectúa a las 01h10, y la espera ha merecido la pena; el puente (que es una avenida) se abre y sus dos partes se levantan hasta quedar completamente verticales.









Y lo que vais a ver a continuación nos ha llamado mucho la atención: ¡en San Petersburgo se puede montar a caballo por la Avenida Nevsky! Alucinante... ¿Os imagináis nuestro Paseo de la Independencia con caballos de alquiler?




Después de ver el espectáculo, nos hemos ido caminando al hotel, y hemos llegado a las 02h30. La llamada-despertador está programada a las 07h30, ¡pero qué importa! "¡Aquí hemos venido a jugar!".

Mañana nos esperan Pavlovsk, Puskin, y el tren Sapsan, acabando el día en Moscú. ¡Seguimos viaje!

1 comentario:

  1. Qué aprovechado el día, que bonito todo,me alegra que estéis disfrutando,seguid seguid contandonos asi todo para poderlo disfrutar los que estamos aquí. Un abrazo

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